El seguro a término generalmente tiene primas más bajas en los primeros años, pero no acumula valores en efectivo que puedas utilizar en el futuro. Puedes combinar el seguro de vida con valor en efectivo con el seguro a término durante el período de mayor necesidad de seguro de vida para reemplazar el ingreso. El seguro a término te cubre por un término de uno o más años. Paga un beneficio por fallecimiento solo si mueres en ese término. El seguro a término generalmente ofrece la mayor protección de seguro por tu dólar de prima. Generalmente no acumula valores en efectivo. Puedes renovar la mayoría de las pólizas de seguro a término por uno o más términos, incluso si tu salud ha cambiado. Cada vez que renuevas la póliza por un nuevo término, las primas pueden ser más altas. Pregunta cuáles serán las primas si continúas renovando la póliza. También pregunta si perderás el derecho a renovar la póliza a cierta edad. Por una prima más alta, algunas compañías te darán el derecho de mantener la póliza vigente por un período garantizado al mismo precio cada año. Al final de ese tiempo, es posible que necesites pasar un examen físico para continuar con la cobertura, y las primas pueden aumentar. Es posible que puedas cambiar muchas pólizas de seguro a término por una póliza con valor en efectivo durante un período de conversión, incluso si no gozas de buena salud. Las primas para la nueva póliza serán más altas de lo que has estado pagando por el seguro a término.

El seguro permanente (como la vida universal, la vida universal variable y el seguro de vida entera) proporciona protección financiera a largo plazo. Estas pólizas incluyen tanto un beneficio por fallecimiento como, en algunos casos, ahorros en efectivo. Debido al elemento de ahorro, las primas tienden a ser más altas.

Hazte las siguientes preguntas:

• ¿Qué porcentaje del ingreso familiar proporciono?
• Si muriera, ¿cómo se arreglarían mis sobrevivientes, especialmente mis hijos?
• ¿Alguien más depende financieramente de mí, como un padre, abuelo, hermano o hermana?
• ¿Tengo hijos para quienes me gustaría reservar dinero para que terminen su educación en caso de mi fallecimiento?
• ¿Cómo pagará mi familia los gastos finales y las deudas después de mi muerte?
• ¿Tengo familiares u organizaciones a quienes me gustaría dejar dinero?
• ¿Habrá impuestos sobre el patrimonio que pagar después de mi muerte?
• ¿Cómo afectará la inflación las necesidades futuras? Algunos expertos en seguros sugieren que compres entre cinco y ocho veces tu ingreso actual. Sin embargo, es mejor pasar por las preguntas anteriores para calcular una cantidad más precisa.